CHINAMPAS
Las chinampas son un tipo de sistema agrícola tradicional mexicano que se remonta a tiempos prehispánicos, más concretamente a la época de las toltecas (1519). En estos tiempos, los Mexicas comenzaron a construir superficies de cultivo artificiales sobre lagos, donde plantaban flores, hortalizas y frutas para su subsistencia. El lecho de siembra sería una especie de balsas a modo de plataformas. Fabricadas con diferentes materiales, sobre todo con madera, que posteriormente es cubierta de tierra suplementada con materia vegetal (pasto, hojarasca, cáscaras de diferentes frutas y vegetales, etc). Además, se plantan ahuejotes (Salix bonplandiana) cuyas raíces sirven como armazón, dando solidez a la estructura.
Su contexto histórico suele asociarse con la cuenca del Valle de México, donde comenzó a popularizar por Centroamérica. Aquí, los indígenas utilizaban las chinampas para aumentar la superficie de cultivo sobre la orilla de los lagos que una vez cubrieron la región. Este método les permitió aumentar considerablemente el volumen de producción, pudiendo llegar a obtener hasta cinco cosechas anuales.
Podemos decir que las chinampas se presentan como un modelo de agricultura sustentable, en el sentido que aprovecha los recursos del ecosistema lacustre sobre el que se sostiene. Es un concepto de explotación que respeta la flora y fauna que hace su nicho de este entorno natural. Teniendo en cuenta que los recursos naturales utilizados en este modelo de explotación intensiva corren a cargo del ecosistema, no solo ha demostrado ser un sistema sostenible y eficiente, si no que ha exhibido sus propiedades de resistencia y resiliencia ante condiciones adversas. Pudiendo hacer frente a situaciones de sequía extrema ya que los terrenos de las chinampas están siempre húmedos, o, a plagas, ya que cuentan con diferentes depredadores que forman parte de la abundancia de especies en este entorno natural. Son estas características de riqueza ecológica junto con su concordancia con el establecimiento de sistemas agrícolas las que hicieron que en 1987 la UNESCO declarar las chinampas de México patrimonio de la humanidad.
Este sistema ha perpetrado hasta nuestros días, los últimos relictos de las chinampas se encuentran en Xochimilco y Tláhuac, que corresponde también con los resquicios del antiguo sistema de lagos que cubría buena parte de ciudad de México. Representan un motor de la economía local, y no solo por el comercio de las cosechas. Debemos contar con que desde un primer momento los colonos vendieron las chinampas como la “Venecia del nuevo mundo”, y esta se ha ido convirtiendo en una atracción turística importante. Sin embargo, no es ninguna sorpresa que esta tradición se encuentra sumida en una tremenda recesión. La sustitución de los sistemas tradicionales por la industria moderna y el desarrollo urbanístico de la región, que además va de la mano con la contaminación de las aguas que sustentan los cultivos de chinampas, amenazan con hacer desaparecer esta tradición milenaria. Una muestra de esta decadencia es el Ajolote (Ambystoma mexicanum), considerado una especie bandera del ecosistema y que actualmente su estatus en la lista roja de especies amenazadas figura como peligro crítico de extinción según la UICN.
Tenemos que contar con los trabajos de recuperación que las comunidades locales realizan para evitar que las chinampas pasen al olvido. Actualmente hay 20.000 chinampas, que cubren una superficie total de 30.348 hectáreas. Las actividades más importantes llevadas a cabo sobre esta superficie incluyen turismo, ganado estabulado, cultivos de traspatio, floricultura de invernaderos y horticultura de chinampas. Como es de esperar, se cultiva una gran diversidad de productos agrícolas. Entre los que podemos encontrar plantas originarias tanto del nuevo mundo, como cultivos introducidos:
- Hortalizas: Tomate, Aguacate, Calabaza, Maíz, Chile, Papa, Espinacas, Acelgas, Rábanos, Perejil, Coliflor, Apio, Hierbabuena, Colinabo, Cebollín, Romero, Lechuga, Verdolaga, Calabacita, Haba verde.
- Frutas: Chayote, Guanábana, Limón, Mandarina, Naranja, Papaya, Pera, Plátano, Tuna (fruto del nopal), Uva.
- Flores: Tabaco, Floripondio, Sinicuichi, Acahual (girasol), Acocoxóchitl (dalia), Cempasúchil, Cuetlaxóchitl (Nochebuena), Geranio, Petunia, Cempoalxóchitl (maravilla mexicana).
Por si fuera poco, las chinampas brindan servicios naturales tanto a la población humana de la zona, como a las poblaciones endémicas que conforman la biodiversidad del lugar, conformada por 212 especies de aves, 23 especies de mamíferos, 10 especies de reptiles, 21 especies de peces, y 146 especies vegetales. Las chinampas limpian el aire de la ciudad, detoxifican el agua evitando su eutrofización por el vertido excesivo de materia orgánica, y proporcionan el hábitat de todas estas especies.
Hoy día los sistemas agrícolas modernos tienen que hacer frente a una larga lista de problemas. Muchas veces son achacados utilizando las nuevas tecnologías como una potente baza. Haciendo frente a diferentes desastres naturales, plagas, y otros desafíos. Sin embargo, no debemos pasar por alto que una visión retrospectiva de la agricultura nos puede ayudar a diseñar modelos eficientes, sostenibles y respetuosos con su entorno. Siendo un vivo ejemplo de ello las famosas chinampas de México.