Una de nuestras ramas esta específicamente dedicada a la agricultura de precisión, cuyo objetivo principal es conseguir optimizar (mediante el uso de la tecnología dron y el posterior procesado de datos) la productividad y la calidad de los cultivos de sus clientes.

Nuestra empresa está certificada y homologada como operadora de drones por AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) y cuenta con un equipo experto de pilotos e ingenieros agrícolas, para dar un servicio de primerísima calidad.

Con la tecnología dron y los informes que se generan a partir de esta, lo que conseguimos es servir de soporte en la toma de decisiones dando una orientación muy precisa sobre el estado actual de los cultivos. A la hora de realizar tratamientos agrícolas esta herramienta nos permitirá actuar sólo sobre aquellos lugares en los que realmente sea necesario. Consiguiendo de esta forma una mejora en el rendimiento y en la calidad de los cultivos, así como una disminución en el consumo de insumos.

Conocer el estado real del cultivo nos sirve para poder hacer recomendaciones de riego muy precisas. De esta manera se minimizan los problemas derivados de una insuficiente aplicación de agua en las zonas que presenten estrés hídrico y se optimiza la aplicación de agua en zonas con poca necesidad. El sistema ajusta la aplicación hídrica necesaria a las necesidades reales de la planta y a la concesión de agua de la que se disponga.

Con los vuelos se consiguen detectar focos de alerta de fitopatógenos, de esta forma se pueden aplicar tratamientos localizados, que disminuyen el porcentaje de afección de la parcela y por lo tanto consiguen mantener bajo control a potenciales focos de daño a los cultivos.

Gracias a la tecnología de la que disponemos con los drones y las cámaras multiespectrales, obtenemos todos los datos necesarios para hacer recomendaciones de fertilización. Estas siempre van a ser optimizadas según el cultivo y el coeficiente de extracción de este. Con los drones obtenemos datos sobre nitrógeno foliar en el momento del vuelo y extrapolando obtenemos las necesidades de fertilizantes de la planta. Siempre atendiendo al estado actual del cultivo y siempre que sea posible, a un histórico que nos permita afinar aún más en nuestras recomendaciones.